El fotógrafo español Manu Brabo y otros tres periodistas detenidos por el régimen libio fueron puestos ayer en libertad tras 43 días retenidos. Junto a él fueron liberados los reporteros estadounidenses James Foley y Clare Morgana Gillis y el británico Nigel Chandler. Sin embargo, el fotógrafo sudafricano Anton el Hammerl -desaparecido junto a Manu Brabo y los dos estadounidenses cuando viajaban juntos el pasado 4 de abril cerca de Brega- no fue puesto en libertad.
Brabo, con buen aspecto físico, se desplazó al hotel Rixos, en el centro de Trípoli. Con pelo largo y camiseta blanca, el fotógrafo atendió brevemente a los periodistas locales que aguardaban en el vestíbulo del hotel, a los que les aseguró que está bien de salud. 'Me encuentro bien, con ganas de descansar y volver a trabajar', aseguró Brabo (su verdadero nombre es Manuel Varela de Seijas Brabo) en sus primeras declaraciones, aunque prefirió no proporcionar detalles sobre su detención durante el último mes y medio.
Los cuatro periodistas fueron juzgados el martes por un tribunal administrativo de Trípoli que les condenó a una pena de un año de prisión 'condicional' y a una multa de 200 dinares libios (108 euros) cada uno por entrada ilegal en el país. La prisión 'condicional' equivale a una libertad condicional ya que significa la suspensión de la ejecución de la pena mientras el condenado no cometa otro delito en un período de tiempo determinado, habitualmente igual al de la duración de la pena.
REGRESO DESDE TÚNEZ
Estaba previsto que el fotógrafo asturiano permaneciese ayer por la noche en Trípoli -posiblemente en la residencia del embajador de España- y hoy, a primera hora, saldrá en coche hacia la frontera con Túnez para emprender su viaje de regreso a España. Para ello se desplazará por carretera hacia el paso fronterizo de Ras el Jedir, a unos 160 kilómetros al este de Libia. Este trayecto es seguro y bajo control de las tropas de Gadafi.
No hay comentarios:
Publicar un comentario